Esta distancia cruel podría matarme
y sin embargo, más vivo;
pues no puede con mi forma de amarte,
ni la distancia ni el olvido.
Amarte con el alma muda,
sin que estés cerca para acariciarte;
me hace sentir la vida desnuda,
teniendo en mi corazón tanto por darte.
No quisiera sentirme adolorido
y mucho menos que por mi sufrieras;
óyeme la ilusión, que es alarido,
si sentir lo que siento no pudieras.
Serena eres como la noche callada,
dulce, como estar enamorados;
me miro en el cielo de tu mirada,
dejándote el corazón entre las manos.
Y la dulce canción de este cariño,
-amable melodía a tus oídos-
tocarte quisiera como un niño,
para darte mi vida entre suspiros.
A.J.Pals
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