Doquiera que tu amor me llame,
si clama anhelante tu corazón;
favor que ansia como llama que arde,
mirada perdida en grande ilusión.
Recibir quisiera de tu fuente amable,
sol de tus miradas como atardeceres;
la caricia tenue más indescifrable,
doquiera que digas lo que tú me quieres.
Lanzándome al viento palabras de amor,
si sueñan mis noches en tus inquietudes;
recuerdos que anhelas volver a vivir,
como si flotaras en aquellas nubes.
A.J.Pals