Como esa luz perenne,
como ese aliento de promesas;
dulzor que en mis labios tiene,
un abismo en su grandeza.
Sonora risa que aquieta,
tierna caricia que inspira;
mirada que me embelesa
por donde quiera que mira.
Queda impregnada mi piel
de tu aroma y desnudez;
como horizontes flanqueados,
como la primera vez.
Como soñarte despierto
y no poderte tocar;
y hasta mandarte mis besos
sin que te sepan llegar.
¿Quién puede ser más que vos?
¿Quién? Tú, dime si lo sabes;
si así como te quiero yo,
dificulto que alguien te ame.
Mejor que nadie conoces
si ya mi verso es gastado;
para ti han sido sus voces,
para ti, que allí has estado.
A.J.Pals