sábado, 30 de octubre de 2010

Tu llegada

Llegaste a mi vida un día cualquiera
la llenaste de ilusión, de sueños nuevos;
que soñé quizás y no creía
que fueran reales como el cielo.

Más estabas allí para enseñarme
que real podrían ser, que el querer
que podemos sentir tiene esperanzas
tras cada nuevo amanecer.

Has llegado a mi cuando el ocaso
de la vida que viví se va acercando,
cuando las hojas blancas de la vida
le comienzan a decir, ya no sé cuando.

Nueva esperanza de vivir has sido,
el renacer de lo que creí perdido;
lo que jamas soñé que encontraría
tal vez la última ilusión del alma mía.

Más, no puede ser, nada es completo,
pecamos al encontrar el verdadero amor;
no podemos compartir el sentimiento
y mi vida se muere con este dolor.

Dolor cobarde de un amor impuro,
de un amor que nadie jamas vio;
impuro si, no solo para el mundo
también a los ojos de Dios.

Oh Señor, como se aguanta
en el pecho tan grande dolor?
dime tú Señor, que hago
ante el agravio que produce este amor?
(Abril 2007)

A.J.Pals

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