Dejaría que mis ojos hablaran por mí,
si así yo pudiera mirarme en los tuyos;
esos que has aprendido a conocer,
seguirían siendo fuente de tu arrullo.
Pero hoy son fuente de cristales rotos,
de llanto malvado, de trágico aroma;
de mil inquietudes, de sueños ignotos,
que al pasar las horas más terreno toma.
Es una tempestad que me revuelca el alma,
que asola el sentir más poblado y querido;
que muy inmenso creció como la palma
y que de pronto y un tajo al suelo ha caído.
También la distancia mellando a su antojo,
corazones yertos dudando ilusiones;
disparos al aire que acaban cerrojos
donde se guardaban todas las pasiones.
Ya se hace imposible recobrar lo trozos,
¿Con qué se unirían sin dejar las huellas?
es como lanzarle monedas a un pozo,
o mirar al cielo sin ver las estrellas.
No puede mi alma callar lo que siente,
no puedo olvidarte, ni podré jamás;
es tuya mi vida, mi amor NO te miente,
¡¡ yo te necesito cada día más!!
Perdóname, te quiero tanto…
perdóname, me ahogo en llanto;
ya no resisto tenerte lejos
que seque mi alma de tal quebranto.
(Áli de toda mi vida)
A.J.Pals
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