Quiero que seas mi alegría,
mi gran razón de vivir;
la que me llene de vida,
mi ilusión, mi porvenir.
Ser tu locura razonable,
tu amparo, tu protección;
ser el único culpable,
de tu derroche de amor.
Sin ti nada más quiero,
lo eres todo para mi;
te cuidaré con esmero,
te amaré con frenesí.
Si el haberte conocido,
fue lo mejor de mi vida;
que siempre me hayas querido,
no sé que nombre daría.
Cuando el amor no se acaba
y tiene razón de ser;
la vida siempre depara
otro nuevo amanecer.
Por eso mis tristes noches,
noches de pensar en ti;
me hacían sentir el broche,
que nunca en ti desprendí.
A.J.Pals
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