Soy ese amor que llegó,
a llenar tu vida de nuevas emociones;
que con caricias logró
revivir las tentaciones.
Soy ese que en ti vertió,
cada gota de su sangre;
que vida loca apartó,
para enterita entregarte.
Soy aquel que te idolatra,
quién por quererte suspira;
quién con tu risa se escapa
y allí en tus ojos se mira.
A quien tienes en tus manos,
quien por tu mirada ve;
con todo el amor te amo
aunque solo llegué después.
Después que el mar se retira,
se queda la arena blanca;
cuando el amor se despida,
sedienta quedará el alma.
Con esa sed vagabunda,
sediento soy de tus labios;
cual caminante en penumbra,
deseando tu amor a cambio.
A.J.Pals
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