Porque es el calor de tu mirada
y esa, la sonrisa en tus labios;
lo que me hace verte a ti, mi amada,
dormida en lo rudo de mis brazos.
Observando no más tu dulce sueño,
creo estar en un rincón del paraíso;
acumulando en el fondo de mi alma,
el amor que siempre encontrar quiso.
Y te miro en el silencio de mi cuarto
y siento de tu piel tanta ternura;
de la luz de tus ojos no me aparto
y sólo ellos este amor jamas apuran.
Si dejaras de amarme un solo instante,
si perdiera el pulso de tu amor;
dejaría la flor de ser fragante,
quedaría el arco iris sin color. (Áli, Encanto del Alma Mía)
A.J.Pals
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