lunes, 2 de diciembre de 2019

Se me ha cansado el andar,
se me han cerrado los ojos;
ya de tanto caminar
solo me detengo y lloro.

Y no es por lo vivido,
que mis lágrimas florecen; 
tan solo es por no saber
 darte cuanto te mereces.

Lloran mi reír, mi pecho,
mis anhelos y costumbres;
así como si en mi lecho
me cayera un gran derrumbe.

Y escapadas de  mis manos,
la fuerza, la voluntad;
tan solo en ellas quedaron
ganas de no saber más.

Que sintiendo el corazón,
tembloroso, acorralado;
cada vez con mi pasión
 mucho mas enamorado.


A.J.Pals

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