lunes, 17 de enero de 2011

En un camino solo, despejado,
carente de cariño, casi todo;
la esperanza fugaz poco existía,
solo un ser más, en un recodo.

Y de pronto una luz del infinito,
llamarada quizás, un mundo abierto;
vino a ser el paisaje más bonito,
despertar de un corazón que creí yerto.

Increíble beldad que parecía,
inalcanzable sueño hecho verdad;
y se quedó en mi ser comprometida,
a quitar de mi amor la soledad.

Bienvenida a mi amor, le dí aquel día,
con un "si" inesperado y anhelado;
rompiendo cadenas que en la vida
era yugo de amantes condenados.

A un febril impulso lleno de dolencias,
mucho duele querer sin ser querido;
para ambos fue la misma experiencia,
el amor nos toco por diferido...

Ahora estamos amando hasta el cansancio,
que nos borra las huellas del dolor;
que no deja ni tiempo en este espacio,
para nada que no sea nuestro amor.

Déjame verte hasta en mis sueños
acariciar tus cabellos sin maldad;
sentir que soy único dueño
de amarte justo hasta en mi soledad.

Y no hay luna que sangre por nosotros,
lluvia de plata arroja a nuestros piel;
pues ahora le somos fiel devotos
para que siempre nos parezca hecha miel.

A.J-Pals



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