En la
tranquilidad de un mar sin rumor,
oigo el
susurro de tu aliento enamorado;
siento
la brisa de tan cálido amor,
el tacto
amable de tu beso apasionado.
Beso que
enerva mis sentidos toscos,
que me
derriba de mi alta cumbre;
que me
entusiasma, que me pone loco,
y aunque
no quiera ante ti, sucumbe.
Beso y
aliento que devuelven vida,
beso
intuitivo como de dos rosas;
que como
fruta rodeada de almíbar,
a nuestros labios de sabor reboza.
A.J.Pals
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